La presencia humana llega hasta las más oscuras profundidades, ensuciando océanos y dañando a sus habitantes, manchando la vida y obligando a un hábitat increiblemente más antiguo que nosotros a someterse al egoísmo, la ignorancia y la maldad.
Los Inopia, aunque su mente vaga libre de un estímulo a otro, poseen la consciencia suficiente como para echar una mano.